Volvió el torneo y volvió la alegría.​

Las ansias de jugar se notaba en las caras de estos ases del fútbol que tachaban los días del calendario esperando el tan anhelado comienzo de campeonato.​

Así se presentaba Barakaldo contra un desconocido rival que quería amargarle el comienzo a nuestro equipo.​

Suena el silbato y Barakaldo se hace del control de la pelota.  Un medio reforzado (y con mucho peso) ponía 2 mediocampistas de marca y buen juego que lograban distribuir la pelota y frenar los ataques contrarios.  Un Reines Blut plateado para el contrataque encontró  alguna posibilidad dispersa que supo ser controlada por la defensa o en última instancia por el arquero.​

Los continuos intentos de Barakaldo dieron sus frutos a los 25 min. del primer tiempo cuando un centro pasado que quiere ser despejado por uno de los defensores del RB , deja sólo a Ricardo Zapponi quien luego de pararla con el pupo, le pega de bolea para decretar el justo 1 a 0.​

Todo parecía ser fiesta en Barakaldo cuando una pelota zonzamente perdida en el medio campo, encuentra a una defensa parada en línea que es superada por un pase largo y un poco de ayuda del juez de línea que no vió el offside.  Las dudas del arquero hicieron que una salida tarde  le de el tiempo necesario al delanterio del RB para llegar primero y suavemente tocar el esférico por el costado del arquero para marcar el 1 a 1 y al descanso.​

Como siempre un entretiempo acalorado, unas palabras del técnico y de nuevo al campo.​

A medida que se sumaban los minutos, el medio campo empezaba a mostrarse fatigado efecto de la pretemporada (o la falta de esta), pero la alegría llegaría nuevamente de la mano del Toti gol, cuando luego de un pase de Matías Alonso, la para con el pecho y ante la salida del arquero hace el famoso sombrerito que decretaría el 2 a 1 para Barakaldo.​

Todo parecía que el partido se iba con victoria para Barakaldo, pero el árbitro (investigado por la FIFA) continuaba inclinando la cancha para los RB como si su jubilación hubiese sido apostada en el encuentro.  Así fue que luego de incontables faltas inventadas por este dudoso juez, finalmente encuentra la posibilidad de cobrar un penal para el RB a partir de un leve contacto del patrón de la defensa Ariel Sempronio.  Como si esto fuera poco, el árbitro tiene el descaro de expulsar al defensor por sentirse ofendido luego de que Ariel le increpara las continuas faltas y el último penal.​

RB convertiría el penal y el partido terminaría con un injusto 2 a 2.​

La gente volvió tranquila a sus casas, aunque con un poco de tristeza por ver las injusticias de la terna arbitral.  Lo importante es que Barakaldo terminó con la frente alta y espera un difícil partido el próximo sábado.